Participación Ciudadana

lunes, 19 de noviembre de 2012

Un futuro bastante incierto

El pasado 6 de noviembre nos enteramos de la nueva cifra de ciudadanos melillenses en situación de desempleo.
 
El panorama es decepcionante. No solo de la situación y de las familias afectadas por falta de ingresos económicos, que ya es grave. Me refiero al panorama que se nos presenta en el Palacio de la Asamblea. Un panorama caracterizado por un grupo de políticos, elegidos democráticamente pero incapaces de ponerse de acuerdo en temas tan vitales como son el empleo y la lucha contra la pobreza. Tanto gobierno como oposición, haciendo gala de una inútil y absurda autosuficiencia, proponen ideas y medidas, otros intentan poner en marcha un Plan de Inclusión sin contar con las personas y las entidades, otros lanzan balones fuera argumentando que Melilla no tiene transferida competencias de empleo...
 
No hay futuro, no veo políticos comprometidos con el devenir de la ciudad.  No veo intenciones democratizadoras en su forma de gobernar. ¿Cuándo un Consejo Económico y Social? ¿Cuándo un órgano de participación para las entidades sociales? ¿Cuándo un espacio de participación ciudadana? ¿Cuándo unos presupuestos participativos? ¿Cuándo un gobierno relacional?
 

Una mejor gobernanza local pasa por elementos claves que tienen que ver con diferenciar gobernar la ciudad o el municipio de administrarlo.
 
Gobernar la ciudad consiste en la capacidad operativa de influenciar o intervenir notoriamente en las redes de intereses que se conforman a través de los distintos acotres sociales en conflicto/colaboración. Administrar la ciudad se refiere a una buena gestión en la provisión de servicios públicos y la regulación de actividades propias del municipio o de la ciudad en el espacio publico del mismo.
 
Por lo tanto, desde este análisis, Melilla, desde mi punto de vista es una ciudad administrada, no gobernada.

 
Demasiadas incógnitas, demasiados elementos por articular.
 
 

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