Esta
es una opinión más que se quiere sumar a los silencios de cientos de melillenses
que prefieren la cercanía de los bares y cafeterías cuando no el espacio
doméstico o las redes sociales para hablar de las cosas que les preocupan, les
molestan o detestan de la realidad socio política de Melilla.
Después
de la lectura de un libro de reciente aparición titulado “El papel de la ciudadanía en el auge y decadencia de las ciudades”,
surge una reflexión que quisiera compartir.