Participación Ciudadana

domingo, 5 de junio de 2011

TRANSFERENCIAS PERDIDAS Y CARENCIAS DE CIUDAD

“No hay mejor prevención de la enfermedad social (marginación, delincuencia, conflictos sociales) que una infraestructura de servicios que responda en cantidad y calidad a las necesidades culturales, educativas, deportivas y sociales”


Blanca Guinea .
(Responsablie del Área de Promoción del Instituto de Bienestar Social del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz)


…Y un servidor, sin ser responsable de ningún área, como ciudadano de a pie que he comprobado cómo funcionan los centros cívicos en otras ciudades con un número de habitantes similar a nuestra ciudad, doy fe de ello. Pero en Melilla, ni en cantidad ni en calidad. Carecemos de este tipo de recurso social y cultural.


Además de mi convencimiento del beneficio a medio y largo plazo en el aumento de los niveles de convivencia, educativos y preventivos que reportan a la población este tipo de infraestructuras, creo que Melilla tiene necesidad real de crear algún espacio (si hubiera posibilidad de que fuera más de uno) que ofrezca la posibilidad de llevar a cabo actuaciones preventivas, y promocionales encaminadas a aumentar la calidad de vida y el bienestar de los melillenses.


Básicamente, la programación de los centros cívicos se caracteriza por la diversidad de contenidos de sus actividades y la cobertura a los distintos sectores de población; todo ello dando respuesta a las necesidades y demandas concretas de cada una de las zonas de la ciudad.


La promoción de hábitos de vida saludables, la prevención de problemáticas sociales y el desarrollo de inquietudes y aficiones artísticas, manuales, etc., que a su vez faciliten las relaciones interpersonales y grupales, son los objetivos generales que persiguen estas infraestructuras.


La realidad en nuestra ciudad, es que ni siquiera los jóvenes disponen de estos espacios. Una mal llamada Casa de la Juventud que alberga las federaciones deportivas, no llega a ser un espacio real donde se desarrolle una programación estable de actividades anuales que propicien la participación juvenil. Para poder acceder a un espacio parecido a un centro cívico, tendremos que cumplir unos cuantos años para hacernos “socios del IMSERSO”…


Dejando a un lado las bromas, tenemos una carencia seria de espacios para propiciar el encuentro intergeneracional e intercultural dejando al albur el futuro relacional y convivencial de esta ciudad tan compleja y tan, cada vez más, fragmentada socialmente hablando. Seguramente esto obedezca a que no existe un proyecto de ciudad socioculturalmente hablando. A veces uno evoca tiempos pasados en los que se propiciaban espacios y actividades de una forma mucho más sistemática. Al menos, con la extinta Fundación Municipal Sociocultural, los veranos eran mucho más activos.


Siempre se ha hablado del problema de falta de espacio físico para poder dotar a la ciudad de este tipo de servicios y creo que se debe más a la falta de imaginación y voluntad que lo anterior. Con la cantidad de integradores, educadores, monitores, animadores, mediadores y con la cantidad de colegios e institutos que hay se podría buscar alguna alternativa de uso; y por otra parte existen varios edificios que podrían albergar este tipo de servicios.




El primero que se me viene a la cabeza es el edificio del Banco de España clausurado recientemente. ¿Por qué no? El Real Decreto 1385/1997, establece el traspaso de funciones y servicios en materia de juventud de la Administración del Estado a la Ciudad Autónoma de Melilla. Muchos melillenses desconocen (incluidos políticos) que, respecto al área de juventud, no se realizó ningún traspaso de bienes, ni derechos, ni personal, ni puestos de trabajo ni tampoco se valoró la carga financiera de las actuaciones transferidas, careciendo Melilla de cualquier Institución pública de apoyo, asesoramiento y demás funciones realizadas por el Instituto de la Juventud en Melilla.

Desde el año 1997 hasta la fecha nadie se ha preocupado, pese al esfuerzo realizado por el extinto Consejo de la Juventud de Melilla, que en su momento denunció este punto sin obtener ninguna respuesta ni por parte de la administración local ni por la estatal, lo que evidencia una vez más la falta de interés en algo que se puede considerar como un agravio comparativo con el resto de comunidades autónomas.


Igual que puedo imaginarme el cauce del Río de Oro cubierto, puedo imaginarme un equipamiento socio-cultural que ofrezca múltiples servicios y actividades abiertos a todos los ciudadanos y a todas las edades. Un espacio integrado (en un mismo conjunto arquitectónico) e integrador (que busca la cohesión y participación social).


Melilla no debe ser una excepción por que tiene recursos suficientes para dejar de serlo.


Otros edificios que podrían albergar este servicio público:


ANTIGUA RESIDENCIA MILITAR (Estado ruinoso)
Podría ser un buen proyecto para una Escuela Taller





EDIFICIO PODRÍAMOS LLAMAR "POLIVALENTE"








Por último, quería mostrar otra propuesta que hacen desde la Asociación Juvenil Melillense de Estudiantes Universitarios (AMEU). Apuestan por la creación de un gran Complejo de Ocio Juvenil en Melilla. Su proyecto se llama VICTORIA JOVEN.

Proponen reubicar en él a la Viceconsejería de Juventud, destinar locales para las Asociaciones Juveniles, crear locales de ensayo para los grupos musicales y un estudio de grabación, salas polivalentes y otras específicas para exposiciones, con una biblioteca y una videoteca, etc.

Una propuesta valiente y ajustada a las necesidades reales de falta de espacios y de participación  para la población juvenil melillense, tal y como he descrito al principio de este artículo.




Simplicidad voluntaria y decrecimiento


Simplicidad Voluntaria y Decrecimiento (documental) from Décroissance on Vimeo.

"Un mundo embarazado" Eduardo Galeano