Participación Ciudadana

domingo, 3 de febrero de 2013

LA DESAFECCIÓN POLÍTICA DEL MELILLENSE


España es uno de los países con los niveles de participación política y social más bajos de Europa. La pasividad activa de los españoles se debe a que existen altos niveles de escepticismo y puntos de vista críticos sobre la política, el proceso democrático representativo, sus instituciones y sus representantes políticos. Una de las causas que explica la desafección hacia la política de los españoles tiene que ver con la indignación que los casos de corrupción provocan en la ciudadanía. Cada vez creemos menos en esta clase política instalada en la gran torre de los privilegios y los desmanes. La desconfianza generada es el fruto de demasiados escándalos en un momento en el que, además, las personas más afectadas por la crisis económica (que son aquellas que no la provocaron) son las que la están pagando.

El resultado de todo ello es la desafección política o la creciente desconfianza y distanciamiento entre la ciudadanía y sus representantes. Para ilustrar esta actitud generalizada en la sociedad española nos encontramos con la caracterización de la clase política por parte de la opinión pública como uno de los principales problemas del país. Consultando el barómetro del CIS de diciembre de 2012, casi uno de cada tres españoles identifica a los políticos y a los partidos entre los tres problemas más importantes de España. Un año atrás, esa misma valoración se daba en uno de cada cinco ciudadanos.

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