EL DÍA DE MELILLA: DESCONECTADOS DE LA REALIDAD

Un año más, la miopía política de gobernantes con una mentalidad obtusa me lleva a la reflexión sobre la cohesión social en nuestra ciudad. La celebración del Día de Melilla apela a la noción de identidad melillense. 

Pero, ¿Qué implica sentirse melillense? ¿Qué esquemas mentales llevamos arrastrando? ¿Qué memorias hemos enterrado voluntariamente? ¿Es un día sentido y percibido por la inmensa mayoría de los melillenses o por el contrario existe un sentimiento claramente dividido entre el sentido y el motivo por el que se continúa celebrando?

La respuesta la sabemos todos. La desconexión es evidente. 

A mi entender, la celebración del actual Día muestra la obstinada actitud de la administración ante una “no realidad” anhelada por una parte de la sociedad melillense. 

El motivo de la celebración del Dia de Melilla es una muestra más de esa absurda obstinación que poco a poco nos está conduciendo, como sociedad, hacia contextos inestables.

Sigo cuestionándome. ¿Los ciudadanos melillenses poseemos ese  sentido de comunidad del que tanto nos gusta hablar? ¿Hay una comunidad de melillenses o distintas comunidades que forman el sentido de comunidad? ¿Tenemos un nexo que facilite la identidad común? ¿El Día de Melilla es un día que facilita el encuentro y la idea de unidad?

¿Por qué entonces hablar de comunidad cuando el Día de Melilla es sentido solamente por una parte de la ciudadanía que representa a la mitad de la población? Quizá todo dependa de qué entienda cada uno por esa palabra. Es un asunto tan sumamente delicado que a mí me parece que se debería tratar con mucha más importancia de la que se le da hoy día.

Hace muchos años que las diferentes autonomías, incluida Ceuta, cambiaron la manera de gobernar sus ciudades. Se dieron cuenta que debía establecerse una nueva relación del gobierno local con la ciudadanía, lo que se denomina Gobernanza Democrática. Esto significa que la ciudadanía deja de ser considerada como cliente de unos servicios para pasar a ser copartícipe en el devenir de su ciudad.

El sentido de pertenencia es fundamental para que los que somos gobernados percibamos que lo estamos siendo de un modo justo. De tal modo que, el que nuestras autoridades hagan un buen desempeño y que así lo percibamos, es importante para sentir que poseemos lazos que nos unen unos con otros, lazos que nos unen con el grupo… COMO UNO SOLO… y a esta percepción la denominamos COHESIÓN SOCIAL (en sociología, la cohesión social da sentido de pertenencia a un espacio común o el grado de consenso de los integrantes de una comunidad. De acuerdo a la interacción social dentro del grupo social, habrá una mayor o menor cohesión).

Una sociedad igualitaria y justa tendrá un alto grado de cohesión social, ya que sus integrantes formarán parte de un mismo colectivo con intereses y necesidades comunes. En cambio, si la sociedad tiene una gran desigualdad, no habrá cohesión y los ciudadanos tendrán conductas enfrentadas.

¿Es la de Melilla una sociedad igualitaria y justa? ¿En qué medida? ¿Está cohesionada?

La cohesión social supone que tanto las partes gobernantes como las gobernadas perciben las relaciones que se dan entre ellas como justas; en el mejor de los casos, las decisiones de los dirigentes serán respetadas y valoradas por el pueblo, mientras que las inquietudes y necesidades de estos últimos serán tenidas en cuenta y solventadas por los primeros, y todos sentirán deseos de luchar por defender el interés común.

La integración social, la diversidad, la cohesión… son elementos que sólo están presentes en  los denominados Territorios Socialmente Responsables, aquellos lugares donde sus gobernantes regulan, o no, pero van más allá de las leyes y se comprometen con sus conciudadanos y eso sólo es posible a través de la Responsabilidad Social de la Administración, o lo que algunos autores definieron como Responsabilidad Social Territorial.

En Melilla el Espacio Público está en entredicho. No existen espacios de participación reconocidos como tal. La administración crea una viceconsejería de participación ciudadana sin contenido ni estructura y sin reglamento alguno que articule el derecho ciudadano a expresarse y a participar en los asuntos públicos, los consejos sectoriales guardan silencio desde hace casi una década y el Día de Melilla es uno de esos asuntos en el que deberían haber contado con la opinión de toda la ciudadanía para decidir qué es lo que queremos celebrar.

¿No es hoy más necesario que nunca la existencia de un órgano consultivo del gobierno de la ciudad, cuya misión fundamental fuera la de ofrecer un espacio de pensamiento estratégico que orientara y sirviera de soporte a la gestión de los principales temas y asuntos públicos de nuestra ciudad? es decir, de un órgano de participación ciudadana amplio y plural.

Quizá, “la toma de la plaza por las tropas del duque de Medina-Sidonia en 1497” puede ser un buen hito histórico que de soporte a la celebración del Día de Melilla para una buena parte de la población melillense pero hay otra buena parte de ciudadanía que no lo ve así. Y lo sabemos.

Personalmente me sentiría mucho más identificado con el Día de Melilla si en lugar de espadas y conquistas, celebrásemos el día que se nos reconoció como comunidad y sociedad claramente autónoma, es decir, el día que Melilla se dotó de estatuto propio.

En mi opinión, el enorme error en el que se infiere, es confiar a la idea de comunidad al de “ente” u otro término de una unidad que elimina las singularidades que nos son inherentes y  que sacrifica las diferencias en nombre de una falsa comunión íntima de sus miembros. Más bien la comunidad que están pretendiendo es una mera yuxtaposición de elementos interesados sin conexión alguna. Enorme error.

Cuando la ciudadanía comience a hacerse preguntas sobre su relación con la ciudad (ya se las ha comenzado a hacer) sobre nuestra condición como sujetos y la naturaleza de las relaciones que nos vinculan, cuando la administración local decida dar un paso cualitativo hacia delante favoreciendo la participación ciudadana y apuesten por una verdadera gobernanza democrática, será en ese momento en el que comencemos a construir en comunidad. 

Un Día de Melilla para toda Melilla!